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COMO HACER GANACHÉ DE CHOCOLATE BLANCO

Como hacer ganaché de chocolate blanco , historia:


Ganaché de chocolate blanco. Una receta muy sencilla de preparar y que le dará un toque de lo mas especial a tus bizcochos o postres. Se dice que la ganché es la preparación a base de truzas de chocolate y se emplea en la elaboración de los recubrimientos de los bombones de chocolate, tartas, pastas de té o como relleno.

Además la ganache puede ser más o menos oscura, blanda o consistente, dependiendo de la proporción de chocolate y nata que quieras emplear en su elaboración. Y, como en la receta que hoy te propongo, también se puede elaborar con chocolate blanco. Incluso los hay que también aromatizan el ganache con vainilla, moka, ron o licores diversos.

Dicen que el nombre podría provenir de una equivocación cometida por un aprendiz pastelero que al parecer habría echado por error nata caliente en un chocolate. Su maestro pastelero lo habría tratado de ganache, que significa tonto e incompetente en franchés. Y, lejos de quedar inutilizable, la crema se aprovechó con éxito y conservó el nombre del insulto.

Ya has visto que hacer el ganache es muy fácil. Simplemente hay que tener un poco de cuidado con la temperatura a la que elaboramos y, sobre todo, elegir un chocolate de calidad. Y esto es muy importante y, quizás, ahí reside el secreto para que nos quede realmente delicioso. Así que te aconsejo que compres un chocolate de repostería tipo fondant y de marcas de confianza. Una buena materia prima marca la diferencia. 

 

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Vídeo paso a paso:


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Ingredientes


  • 500 gramos de chocolate blanco 

  • 300 gramos de nata líquida 



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Como hacer ganaché de chocolate blanco , preparación:


  • Paso 1

    Comenzamos nuestro ganaché poniendo la nata en una cazuela. Pon el fuego a intensidad media, añade el chocolate blanco y remueve hasta que se funda todo el chocolate.

     

  • Paso 2

    Cuando todo el chocolate esté perfectamente fundido e integrado con la nata ya estará listo el ganaché. Solo tienes que esperar a que se enfríe un poco y vertirlo por encima de nuestro bizcocho. Más fácil imposible, ¿verdad?

     

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